Hoy me levanté con un buen ánimo y realicé mis actividades con total normalidad. Me dirigí a mi centro de estudios, donde mis clases fueron igual de aburridas que siempre, a la hora de la salida, caminé muy rápido, dispuesta a sobrepasar a todas las personas que se me atravesaran, tenía un almuerzo muy importante y quería llegar a tiempo.
Al momento de cruzar la pista, me encontraba pendiente de la hora y miraba mi celular continuamente porque se me había hecho un poco tarde. Ese fue el motivo por el que no miré hacia ningún lado a la hora de cruzar. De pronto, escuche el sonido de un carro frenando y sentí que algo duro golpeaba mi cuerpo con mucha fuerza, antes de desvanecerme escuché gritos a lo lejos y todo se puso negro.
Todo pasó tan rápido que cuando desperté, fue como abrir los ojos a otra realidad, de repente fue como si todo se quedara quieto o pasara más lentamente, era como si mis sentidos se hubieran agudizado, ya que podía captar lo que se encontraba a mi alrededor más nítidamente, todo me parecía mucho más bello que antes, hasta el caer de una hoja sobre un charco de agua, era un acontecimiento admirable.
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