Garabateando ideas

A veces me es muy difícil expresar mis ideas, por lo que prefiero quedarme callada y dejar que los demás hablen u opinen sobre algún tema determinado. Sé que cometo un error y me estoy engañando a mí misma, al decir que la próxima vez hablaré o diré lo que pienso sí o sí.

Creo que tengo la facultad de hablar horas tras horas sin un respiro, sin embargo, esto no es suficiente, ya que lo hago cuando estoy con muy pocas personas o cuando me encuentro en una atmósfera de confianza o atención. Hay veces que pienso que hablo de más o por las puras, ya que parece que nadie me escuchara o me prestara atención y eso hace que deje de hablar o me comporte de un modo irritante. Cuando esto pasa me convierto en la enemiga de cualquiera. No siempre es bueno dejarse llevar por la ira. Hay momentos en que es mejor controlarse y respirar profundamente para transmitir calma a las otras personas con las que se está conversando.

El escribir para expresar ideas, es a veces una buena forma de relajarse y te da una sensación de alivio, ya que manifiestas tus emociones libremente. Tal vez no con la finalidad de que otros lo lean, pero es una forma de que tus pensamientos o impresiones se preserven en el tiempo. Puedes leer algo que ya has leído anteriormente y te puede parecer totalmente nuevo o diferente a lo que te pareció la primera vez que lo leíste, derrepente esto pasa porque no le prestaste la debida atención o no entendiste lo que se quería transmitir al escribirlo.

Y es cierto lo que dicen, de que es necesario releer un texto, porque no solo lo entenderás mejor, sino que la idea central que quiso expresar el autor se quedará grabada en tu mente. Muchas personas cultas dicen que es necesario leer bastante para poder ser un buen escritor u orador, y sé que a mí me falta mucho por llegar a ser buena, pero sé que si me esfuerzo por lo menos estaré en el camino, para llegar a serlo algún día.